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Sorprendentes Hábitos de Personas Verdaderamente Poderosas
Dr.
Travis Bradberry
Autor
galardonado del libro más vendido n.º 1, Hábitos de inteligencia emocional. Sus
libros más vendidos han vendido más de 3 millones de copias. El Dr. Bradberry ha
escrito para y ha sido cubierto por Newsweek, TIME, BusinessWeek, Fortune,
Forbes, Fast Company, USA Today, The Wall Street Journal, The Washington Post y
The Harvard Business Review.
El
poder tiene mala fama, pero solo porque las personas lo buscan por razones
equivocadas. Cuando se busca el poder por las razones correctas, puede ser una
fuerza tremenda para el bien.
Niccolò
Machiavelli difundió la creencia de que las personas solo pueden volverse
poderosas explotando los peores aspectos de la naturaleza humana. Una de sus
enseñanzas fue: "Un gobernante sabio nunca debe cumplir su palabra cuando
hacerlo vaya en contra de sus intereses". Machiavelli estaba diciendo
básicamente que eres un tonto si cumples tus promesas o te adhieres a tus
valores cuando te beneficiaría más romperlos.
No
solo lo escuchamos de Machiavelli, sino también de muchas voces de nuestra
época, como Robert Greene, quien dijo: "La clave del poder es la habilidad
para juzgar quién es el mejor para promover tus intereses en todas las
situaciones". No es de extrañar que muchas personas piensen que la única
manera de obtener poder es siendo desagradable.
Afortunadamente,
Machiavelli y Greene tenían algo en común: ambos estaban equivocados.
Investigaciones recientes de la Universidad de California en Berkeley muestran
que cuando se trata de poder, los tipos amables salen primero. Los
investigadores encontraron que las personas más poderosas (según las
calificaciones de sus pares) eran aquellas que eran más consideradas y
extrovertidas. También descubrieron que aquellos que eran más maquiavélicos,
usando cosas como chismes y manipulación para obtener poder, fueron
identificados y aislados rápidamente y terminaron sin poder alguno.
Estudios
como estos están rehabilitando la mala reputación del poder. El poder no es
inherentemente malo y no es malo buscar el poder. Sin poder, no se puede lograr
nada, ya sea bueno o malo. Incluso aquellos que solo quieren hacer del mundo un
lugar mejor no pueden hacerlo sin ejercer la influencia del poder personal. Es
el abuso del poder y las artimañas que la gente hace para obtenerlo lo que
causa problemas.
Las
personas que ganan y utilizan el poder sabiamente tienen un impacto profundo en
todos los que encuentran. Sin embargo, logran este poder solo porque ejercen
tanta influencia en su interior, en sí mismos. Solo vemos su exterior; los
vemos innovar, expresar sus opiniones y avanzar hacia cosas más grandes y
mejores. Sin embargo, nos estamos perdiendo la mejor parte. La confianza y la
astucia que hacen posible su influencia, se ganan.
Y
mientras que lo que la gente valora cambia con la temporada, los hábitos únicos
de las personas poderosas permanecen constantes. Su búsqueda enfocada de la
excelencia está impulsada por once hábitos que puedes emular y absorber hasta
que tu poder e influencia se expandan:
1
- No esperan un título para liderar.
Es
importante no confundir el poder con la autoridad. El título adecuado puede
darte autoridad, pero no puede darte poder. Por otro lado, no necesitas un
título para ser poderoso. Puedes liderar sin ser jefe y puedes tener una
poderosa influencia en tu lugar de trabajo y comunidad sin un título.
2
- Son cortésmente disruptivos.
Las
personas poderosas nunca están satisfechas con el statu quo. Son aquellos que
constantemente preguntan: "¿Qué pasaría si?" y "¿Por qué
no?". No tienen miedo de desafiar la sabiduría convencional y no perturban
las cosas por el simple hecho de ser disruptivos; lo hacen para mejorar las
cosas.
3
- Piensan por sí mismos.
Las
personas poderosas no son zarandeadas por la última tendencia o la opinión
pública. Forman sus opiniones cuidadosamente, basándose en los hechos. Están
más que dispuestos a cambiar de opinión cuando los hechos lo respaldan, pero no
se dejan influenciar por lo que piensan los demás, solo por lo que saben.
4
- Se enfocan solo en lo que realmente importa.
Las
personas poderosas no se distraen con trivialidades. Pueden atravesar el ruido
y el desorden, concentrarse en lo que importa y señalarlo a todos los demás.
Hablan solo cuando tienen algo importante que decir y nunca aburren a las
personas con charlas ociosas.
5
- Dominan el conflicto.
Las
personas tienden a cometer errores en uno de dos extremos cuando se trata de
conflicto: algunos son pasivos y evitan el conflicto por completo, mientras que
otros buscan el conflicto agresivamente, pensando que esto los hará poderosos.
Las personas que dominan el conflicto saben cómo abordarlo directa y
asertivamente, pero de manera constructiva. Las personas verdaderamente
poderosas no reaccionan emocional y defensivamente a opiniones disidentes, las
acogen. Son lo suficientemente humildes como para saber que no lo saben todo y
que alguien más podría ver algo que ellos pasaron por alto. Y si esa persona
tiene razón, adoptan la idea de todo corazón, porque les importa más el
resultado final que tener la razón.
6
- Inspiran la conversación.
Cuando
las personas poderosas hablan, sus palabras se propagan como ondas en un
estanque. Los influyentes inspiran a todos a su alrededor a explorar nuevas
ideas y a pensar de manera diferente sobre su trabajo.
7
- Conocen sus fortalezas y debilidades.
Las
personas que se dejan seducir por el poder y, por lo tanto, comienzan a abusar
de él, a menudo son ciegas a sus propias debilidades. Para volverte realmente
poderoso, debes verte como realmente eres y posicionarte para usar tus
fortalezas para el bien común. Eso significa mirar de manera clara tus
fortalezas y debilidades y aceptarlas por completo.
8
- Crecen y aprovechan sus redes.
Aquellos
que crecen en poder de manera maquiavélica no se molestan con personas que no
les son útiles. La gente ve esto venir desde lejos y no gana amigos. Las
personas verdaderamente poderosas saben cómo hacer conexiones duraderas. No
solo conocen a mucha gente, conocen las conexiones de sus conexiones. Más
importante aún, agregan valor a todos en su red. Comparten consejos y
conocimientos, y hacen conexiones entre personas que deberían conocerse.
9
- Piden ayuda cuando la necesitan.
Es
fácil asumir equivocadamente que las personas poderosas nunca piden ayuda a
nadie. Pedir ayuda cuando no sabes la respuesta o no puedes hacerlo todo por ti
mismo no es una señal de debilidad; es una señal de fortaleza. Envía el mensaje
de que no eres tan inseguro como para poner tu ego por encima de la misión. Se
necesita una tremenda cantidad de confianza y humildad para admitir que
necesitas ayuda, y pedir ayuda es crucial, porque no hay nada peor que seguir
por el camino equivocado cuando estás demasiado avergonzado u orgulloso para
admitir que no sabes lo que estás haciendo.
10
- Creen.
Las
personas poderosas siempre esperan lo mejor. Creen en su propio poder para
alcanzar sus sueños y creen que otros comparten ese mismo poder. Creen que nada
está fuera de su alcance y esa creencia inspira a quienes los rodean a
esforzarse por sus propias metas. Creen firmemente que una persona puede
cambiar el mundo.
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- Lo hacen ahora.
En
1894, Orison Swett Marden hizo un punto importante: "No esperes
oportunidades extraordinarias. Busca ocasiones comunes y hazlas grandiosas. Los
hombres débiles esperan oportunidades. Los hombres fuertes las crean". Si
pospones el crecimiento de tu poder hasta que llegue la oportunidad adecuada,
nunca sucederá. Las personas poderosas saben que desarrollar el poder es
similar a levantar pesas o correr un 5 Kms. La única forma de fortalecer esos
músculos es usándolos, así que deja de poner excusas y simplemente comienza.
Sabes en qué crees, sabes quién eres y sabes lo que quieres llegar a ser, así
que actúa en consecuencia. Sí, será incómodo en ocasiones y sí, algunas
personas te dirán que lo estás haciendo mal, pero la única forma de lograr el
poder y usarlo para el bien es salir y hacerlo.
Mirando
hacia el futuro
Boris
Yeltsin dijo una vez: "Puedes hacer un trono de bayonetas, pero no puedes
sentarte en él durante mucho tiempo". Olvida todo lo que has oído sobre el
poder, porque al final, los tipos amables realmente ganan. Ya sea que lo llames
poder o influencia, está bien quererlo y está bien tenerlo. Solo tienes que
perseguirlo y usarlo con integridad.
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